Me han resultado difíciles las miradas. Sé que la gente es curiosa, pero algunos son muy indiscretos.
Realmente no me gusta verme en fotos ahora y temo cuando la gente quiere hacer fotos en grupo.
Todavía tengo dificultades para comer, beber y hablar. Estoy recibiendo terapia con logopedas y fisioterapia práctica semanal para mejorar la flexibilidad de mi boca y mejilla.
Todos esos son desafíos lo suficientemente grandes por sí solos. Pero el mayor desafío ha sido aceptar cómo ha cambiado mi rostro debido a tantas intervenciones y operaciones. Espero aceptar mi nueva cara en el futuro, pero a pesar de que lo estoy intentando, aún no he llegado a ese punto.
Las cosas están mejorando, poco a poco. Hasta hace poco, me he dejado llevar por esa montaña rusa y realmente me he sentido en una dimensión diferente a la de los demás: mi vida consistía principalmente en citas de hospital, operaciones, recuperación… Pero ahora, estoy recuperando la confianza, me siento más entera y mis salidas son menos estresantes. Me siento más fuerte y voy progresando con la recuperación.
He tenido la suerte de sentirme muy apoyada por muchas personas maravillosas durante este proceso de altibajos. Mi madre venía conmigo a casi todas las citas y tratamientos. He tenido mucha suerte de haberme cruzado con dos cirujanos increíbles y dos excelentes fisioterapeutas. Tenía un montón de amigos y familiares escribiendo, llamando y rezando por mí, de todas las religiones en el Reino Unido, España y otros países, me he sentido muy querida en todo momento.
Gracias gigantes a los que me sacaron de casa y escucharon mis altibajos. Mi lugar de trabajo también ha sido tan solidario y paciente, que estoy súper agradecida.
Me estoy tomando la vida dia a dia, tratando de recuperarme a mi misma y a mi confianza. Sueño con la jubilación anticipada y viajar. He aprendido que la vida no está garantizada y que nunca se sabe lo que está a la vuelta de la esquina.
No puedo expresar con palabras el impacto de mis cicatrices en mi vida y el efecto dominó en las vidas de mi familia y amigos.
He perdido la confianza y la chispa, ahora soy tan consciente de mi diferencia visual, que siento que en los últimos 4 años, parte de mí ha desaparecido. Estoy tratando de encontrarme a mí misma de nuevo.